-Una Historia Diferente-

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lunes, 14 de enero de 2013

Capitulo 70

Maca: No, no, te quedas aca.- y me empujo para que me quede en el sillon.
Yago: Aca hay un problema ¿Sabes cual es?
Maca: Si, que estés borracho.
Yago: mmmm… no, en realidad no era eso… El problema es que estas muy alterada…- me pare y comencé a caminar para buscar su cocina- a vos lo que te hace falta es un buen trago… - entonces comence a buscar entre los muebles, hasta que encontre una botella de alcohol.
Maca_: No, no, no, nada de alcohol…- me saco la botella que habia encontrado.
Yago: Vamos, no seas miedosa, tomemos un poco… para entrar en confianza.
Maca_: Yo no quiero entrar en confianza con vos —me aseguro.
Yago: ¿Sabes que? Hay algo que te estas olvidando, ¿Cuándo fue? el ¿15? No… ¡Ah, si! El 22 de septiembre cumpli 21 añitos, significa que puedo hacer lo que quiera porque soy mayor, asi que con permiso.- la hice a un lado y volvi a sacar la botella y cuando la abri le di un trago.- ¡Vamos, ahora te toca a vos!
Maca: No, gracias.- dijo enojada.
Yago: ¡Ay la chiquita no quiere tomar alcohol porque es una bebe! Jajaja
Maca: ¡yo no soy ninguna bebe!
Yago: ¿Ah, si? probalo.- y le tendi la botella, ella mordió su labio y miraba la botella, decidiéndose si tomar o no- ¿y?- dije moviendo la botella de un lado hacia el otro, entonces la agarro y cerro la botella.
Maca: Me importa un bledo que hayas cumplido 21; vos te olvidas que estas en mi departamento, asi que ya mismo, te vas al living.
Yago: ¡Ay que histerica!
Maca: ¡Histerica tu abuela nene! 
Yago: Que pesada…- me di la vuelta y comence a caminar al living- ¿y mi hermana? ¿Dónde esta? Seguramente debe andar enfiestada con Sebas ¿no?
Maca: Ella esta en tu casa con tu mama y tu papa.
Yago: No, no, no… a mi no me mientas. Mi mama y mi papa iban a volver en…eh…- ¿Cuánto era?
Maca: ¿3 semanas?
Yago: ¡Eso mismo iba a decir! Que coincidencia ¿no?
Maca: Si, ¿no? Estamos re conectados…
Yago: Total-mente. ¿Qué loco no?
Maca_: Pero callate un poco nene, estas re borracho.
Yago: ¿Sabias que dicen que los borrachos y los chicos no mienten?
Maca: Bueno, vos seras la escepcion entonces… Dale acostate Yago…
Yago: Ya voy, ya voy… pero, ¿Por qué estoy aca? A mi me parece que vos te queres aprovechar de este sexy y borracho Yago ¿no? Dale, admitilo.
Maca: Ah, no… ¿El ego te lo olvidaste por ahí no?
Yago: ¿Quién es ego?
Maca: ¡Ay dios! Yago ya pasaron esas 3 semanas de las vacaciones de tus papas, y llegaron hoy a tu casa, pero no te podian ver asi… en este estado…
Yago: ¿Pero que decis nena? Si yo estoy perfectamente.
Maca: Si. Perfectamente borracho estas… Mira yo no soy nin…- No pude aguantarme más y la tome rápido de la cintura y capture sus labios. Ella se acercó más a mí y llevó sus manos a mi nuca… el beso se volvió más profundo. Resbalé mis labios por su mentón y bajé a su cuello. Pero luego, ella puso sus manos en mi pecho y me empujo suavemente.- No, esto esta mal… Estas borracho Yago.
Yago: Pero, no mucho para no saber que es lo que estoy haciendo…- quice acercarme nuevamente pero ella volvio a pararme.
Maca: En serio, basta Yago… - Paso su mano por mi cintura, me ayudo acostarme y me tapo con una manta liviana.- Yo me voy a mi habitacion… Nos vemos en la mañana… 
Yago: Espera.- agarre su mano- No te vayas… Quedate hasta que me duerma, por favor.- le pedi.
Maca: ¿Que?
Yago: ¿Por favor?
Maca_: Está bien -dijo soltando un suspiro. Se sentó en el suelo a mi lado.
Yago: ¿Podes darme tu mano?

Despacio levantó su mano y tomó la mía, y entrelaze sus dedos con los míos. 

Su mano era más pequeña que la mía, el doble de suave, pero muy fuerte… Sin evitarlo solte una risita, recordando cuando la habia asustado en mi dormitorio y sin mas me habia pegado.

Maca: ¿Que? ¿De que te reis?
Yago: No, nada… -sonreí. 

Cerré los ojos y acerqué nuestras manos a mi pecho. 

Comencé a despertarme cuando empece a sentir un terrible dolor de cabeza. Cerré los ojos con fuerza, tratando de suavizar en el dolor. Y entonces sentí algo en mi mano. Abrí un ojo y miré que era. 
Era otra mano. Entonces levanté la cabeza y la vi ahí. Sentí como mi corazón se aceleraba al verla durmiendo adorablemente, con la cabeza apoyada sobre el borde del sillon.

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